De Linux a MacOs

Hoy quiero contarles algo que no me esperaba ni en mis cálculos más locos: mi cambio de PC y cómo he terminado encantándome con un MacBook.

Siempre he sido un fanático de Linux, usándolo como mi sistema operativo principal por años. Además, soy un seguidor acérrimo de Android. Mi día a día gira en torno al desarrollo y la administración de servidores, donde el software libre y la consola son esenciales.

Pero, aquí viene el gran cambio. Buscando un nuevo notebook, me decidí por un MacBook Air… y, para mi sorpresa, me enamoré de él. La similitud de su sistema operativo con Linux, la eficiencia de la consola, lo rápido que funciona todo y la duración de la batería, me dejaron impresionado.

Y eso no es todo. Para mi trabajo formal también me pasé a un MacBook Pro (y no uno de esos de 13 pulgadas). El rendimiento y la facilidad de la transición me han dejado fascinado.

Aunque podría parecer una contradicción con mi amor por Linux y mi rechazo a los sistemas cerrados como el del iPhone, he descubierto que MacOS tiene su propia magia.

Sigo siendo un fiel seguidor de Linux en muchos aspectos de mi vida, especialmente en mi trabajo con servidores y desarrollo. Este cambio no significa una traición a mis principios, sino una expansión de mis horizontes tecnológicos.

Es curioso cómo la tecnología siempre te puede sorprender. Nunca me imaginé alabando un producto de Apple, pero aquí estoy. ¿Han tenido una experiencia similar? Me encantaría leer sus historias y comentarios.

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *